El aeropuerto de Melilla ha realizado hoy un simulacro de emergencia aeronáutica, dentro de su Plan de Autoprotección, que contempla un conjunto de normas y procedimientos coordinados con el objetivo de actuar de forma adecuada ante una situación de este tipo y reducir al mínimo sus consecuencias. Esta práctica se enmarca de conformidad con la normativa que regula el procedimiento para la planificación, realización y evaluación de simulacros.
La finalidad del ejercicio, que ha contado con la participación de agentes internos y externos del aeropuerto, ha sido comprobar y evaluar los procedimientos de actuación en caso de un accidente aéreo, así como analizar la eficacia de los mismos, los tiempos de respuesta y el grado de conocimiento e integración de todos los colectivos implicados para atender este tipo de emergencias.
Además del personal de Aena y de otros colectivos que desarrollan su labor en el aeropuerto de Melilla, como representantes de FF y CC de Seguridad del Estado, compañías aéreas y agentes ‘handling’, han participado también los medios externos involucrados en el Plan de Autoprotección: unidades de la Consejería de Seguridad Ciudadana de la Ciudad Autónoma, Comandancia Militar Aérea, 112, Protección Civil de la Delegación del Gobierno, Bomberos de la Ciudad Autónoma de Melilla, Protección Civil de la Ciudad Autónoma de Melilla, personal sanitario del 061, Guardia Civil, Policía Nacional, psicólogos, Servicio Aéreo de Rescate (SAR) e Instituto Nacional de Gestión Sanitaria (INGESA).
Debido a la situación derivada de la pandemia, se han minimizado los contactos, cumpliendo con los requisitos exigidos de máximos de personal en cada escenario del ejercicio (con mascarilla obligatoria, distanciamiento social e higiene de manos) y participando en las unidades intervinientes el personal necesario.
Un avión con 4 ocupantes se sale de la pista tras aterrizar
El ejercicio ha simulado el accidente de un avión, con 4 personas a bordo (3 pasajeros y 1 tripulante), que se sale de pista al aterrizar en condiciones meteorológicas adversas (por viento cruzado, concretamente). El avión aterriza por la pista 33 y se sale de pista 200 metros de la cabecera. La aeronave queda varada cerca de la puerta Sur y de los equipos de meteorología.
Tras el accidente, se declara emergencia general y se activan todos los medios internos y externos que intervienen en este tipo de incidentes. Debido al tipo de emergencia, también se activa el Plan Territorial de Melilla (PLATERME).
El ejercicio realizado hoy se enmarca en el Plan de Autoprotección del aeropuerto de Melilla, que se mantiene plenamente actualizado y operativo mediante simulacros periódicos y parciales para poner a prueba y evaluar la capacidad de respuesta de los diferentes servicios aeroportuarios.