La necesidad de sobrevolar Lanzarote en la ruta de Sevilla a Canarias va a motivar la construcción, en 1936, de un campo de auxilio en los Llanos de Guacimeta; esto constituye el primer paso hacia la creación de un aeródromo en la isla.
A mediados del año 1940, el Ejército del Aire aprueba la construcción de un aeródromo en la isla de Lanzarote, como parte de un plan de defensa del Archipiélago. El aeródromo se ubica a cinco kilómetros al oeste de Arrecife, en la Costa de Guacimeta, dentro del término municipal de San Bartolomé.
En 1946 se abre provisionalmente el aeropuerto de Lanzarote al tráfico civil, acondicionándose para ello parte del edificio principal que albergaba las dependencias del destacamento militar. Un año más tarde, se realiza la apertura oficial al tráfico aéreo nacional.
Durante los años 50 se realizan obras de reparación y acondicionamiento de la pista, se construye una plataforma para estacionamiento de aeronaves y se inician las gestiones para dotar al aeropuerto de una pista afirmada.
En 1965 se asigna al Cabildo Insular de Lanzarote la construcción de una pista de vuelo afirmada. En la nueva pista se instala un balizaje provisional que permite la apertura del aeropuerto al tráfico nocturno a petición.
En 1969 se realizan las obras de construcción de un nuevo edificio terminal de pasajeros, un estacionamiento de aeronaves, una calle de enlace, la ampliación de la pista, un centro de emisores, una central eléctrica, un bloque técnico y la urbanización general. Tras las obras, el aeropuerto queda clasificado como de segunda categoría y finalmente, el 3 de marzo de 1970, queda abierto al tráfico aéreo civil nacional e internacional de pasajeros.
Aeropuerto de primera categoría
El incremento constante del tráfico de pasajeros facilita una nueva ampliación y mejora del aeropuerto. Entre las obras destacan la instalación de un DME asociado al VOR, un VASIS en las cabeceras 04/22, la entrada en servicio del nuevo balizaje que sustituye al portátil, un edificio contra incendios, una nueva urbanización, la ampliación de la zona de estacionamiento de aeronaves, una calle de salida rápida, y la ampliación del terminal de pasajeros. Las nuevas instalaciones permiten clasificar el aeropuerto como de primera categoría a los efectos de aplicación de los derechos aeroportuarios.
En 1988 se realizan nuevas obras de ampliación y reforma del aeropuerto para cubrir la demanda existente. Además, para aumentar la capacidad operativa, se construye una calle de rodaje, paralela a la pista, y se amplía el área de estacionamiento.
En 1999 se inaugura el nuevo terminal de pasajeros con capacidad suficiente para responder a la demanda de más de siete millones de pasajeros anuales. Las infraestructuras se completan con nuevos accesos, aparcamientos de vehículos y torre de control.