El interés del Gobierno por desarrollar el correo aéreo llevó, a finales de la primera década del siglo XX, a estudiar la posibilidad de establecer una línea aérea postal en las Islas Baleares. Finalmente, en 1921, la compañía Aeromarítima Mallorquina se adjudicó la línea postal Barcelona-Palma, utilizando para el servicio hidroaviones que aterrizaban en el puerto de Palma. Antes de iniciarse la línea, se habían realizado vuelos de prueba en los campos de Son Sant Joan y Son Bonet, lugar donde finalmente se instaló un aeródromo particular.
En 1934, se crea la compañía Aero-Taxi de Mallorca con la finalidad de organizar vuelos turísticos a Mallorca. Esta compañía inaugura una escuela de pilotaje utilizando como lugar de vuelos el aeródromo existente en Son Sant Joan. Un año después, instala una escuela de pilotaje en el aeródromo de Son Bonet.
En mayo de 1935, se constituye la compañía LAPE (Líneas Aéreas Postales Españolas), antecesora de Iberia. Meses después, en agosto, se inaugura la primera línea regular entre Palma y Madrid, con escala en Valencia, utilizando como Aeropuerto Son Sant Joan. Un año después, se sustituye esta línea por la de Palma-Barcelona. Tres años más tarde, Lufthansa e Iberia inauguran nuevas líneas que tienen como base el aeródromo de Son Bonet, ya que el de Sant Son Joan es utilizado por la aviación militar.
En 1954, siendo aún Sont Sant Joan una base aérea militar (y Son Bonet el aeropuerto que se empleaba para el tránsito comercial), se procedió a la ampliación y al asfaltado de su pista de vuelo para permitir las operaciones de los reactores Sabre F-86, lo que obligó a desviar previamente la carretera de Palma a Llucmajor. Se construyeron en estos años la plataforma de estacionamiento de aeronaves y la calle de rodadura paralela, actuaciones que transcurrieron al mismo tiempo que la llegada de los primeros grandes grupos de turistas europeos a Son Bonet de la mano de las compañías BEA, Air France y Aviaco.
Son Sant Joan, aeropuerto comercial de Palma
El aumento del tráfico y la imposibilidad de ampliación del Aeropuerto de Son Bonet llevaron a los redactores del Plan Nacional de Aeropuertos de 1958 a proponer la construcción de un gran aeropuerto comercial en la base aérea de Son Sant Joan. La Junta Nacional de Aeropuertos aprobó estas obras dentro del programa nacional de inversiones y, por orden ministerial del 29 de julio de 1959, autorizó el traslado del tráfico comercial de Son Bonet a Son Sant Joan. En 1958, se procedió a instalar un VOR en la isla y un centro de comunicaciones VHF en el propio Son Sant Joan, al tiempo que se publicaron las servidumbres aeronáuticas de Son Bonet.
Para atender los vuelos comerciales, se construyó en Son Sant Joan un terminal provisional de pasajeros y una plataforma de estacionamiento de aeronaves, independiente de la plataforma militar. Una orden del 7 de julio de 1960 abrió al tráfico nacional e internacional el Aeropuerto de Son Sant Joan, que quedó clasificado como de primera categoría administrativa.
Apenas dos semanas después de su apertura al tráfico, el 21 de julio se declaró de utilidad pública y de urgencia la necesaria ampliación del aeródromo. Las obras de ampliación de la pista de vuelo se iniciaron en el verano de 1961 y se acompañaron de una calle de rodadura paralela. A finales de ese año y principios del siguiente, se iniciaron las obras de la central eléctrica, del centro de comunicaciones y del parque de salvamento y contraincendios.
Consolidación del aeropuerto
El Plan de Aeropuertos 1964-67 prestó una especial atención a Palma, aeropuerto que a partir de 1962 superó el millón de pasajeros anuales. El proyecto contempló la ampliación de la pista, una nueva ampliación del estacionamiento que permitiera atender a 28 aeronaves de tipo medio, un edificio terminal para más de cinco millones de pasajeros y todas las obras e instalaciones complementarias de balizamiento, comunicaciones y ayudas a la navegación, con un presupuesto total de casi quinientos millones de pesetas.
En el verano de 1965, se iniciaron las obras del nuevo terminal de pasajeros (terminal A) y, a finales del año siguiente, se complementaron los servicios de navegación aérea con la instalación de un radar de vigilancia.
El inusitado crecimiento del tráfico –que en 1965 ya superó los dos millones de pasajeros al año– aconsejó la construcción de un nuevo terminal para atender a los vuelos no regulares, al mismo tiempo que se iniciaron los estudios para construir una segunda pista de vuelo paralela a la existente. A finales de 1970, se iniciaron las obras de esta segunda pista y, a principios del año siguiente, las de la estación modular para tráfico no regular, así como un nuevo estacionamiento de aeronaves enfrente de este terminal. Estas obras se concluyeron en 1972, año en la que entró en servicio el denominado terminal B. Las obras de la segunda pista de vuelo continuaron a lo largo de los dos años siguientes, con su ampliación y el refuerzo del firme para aeronaves de hasta 450 toneladas.
Crecimiento continuado
A lo largo de la década de los ochenta, el aumento del tráfico de pasajeros fue una constante en Palma. De algo más de siete millones de pasajeros en 1980 se pasó a los casi diez millones en 1986 para superar los quince millones de pasajeros en 1995. Este permanente crecimiento obligó a plantear de nuevo una profunda remodelación del área terminal del aeropuerto. Las necesarias obras del nuevo complejo aeroportuario de Son Sant Joan se iniciaron a mediados de 1993, con una inversión prevista de más de 40.000 millones de pesetas en los tres años siguientes. Cabe destacar entre ellas la ampliación de la plataforma de aeronaves, la red de saneamiento y agua potable y, sobre todo, el nuevo edificio terminal.
El nuevo edificio terminal, inaugurado en 1997, fue diseñado por el arquitecto mallorquín Pere Nicolau Bonet. Del vestíbulo de facturación se accede a la planta superior de salidas, donde se distribuyen las salas de preembarque. En la planta superior, se sitúan las oficinas de las compañías aéreas y, en la planta baja del edificio, el área de llegadas. Frente al terminal de pasajeros, se sitúa un gran edificio para aparcamientos.
Módulo interislas
En abril de 2003, se inauguró el edificio de embarque de vuelos interislas, especialmente destinado a los pasajeros de vuelos regionales o de corta distancia.
El edificio consta de dos grandes cubiertas unidas por un lucernario que se sitúan sobre un gran vestíbulo.
La planta baja se ha destinado a zona de embarque de pasajeros. A la planta alta, un balcón-mirador que se asoma sobre el vestíbulo, se accede desde la zona de facturación del terminal principal a través de una pasarela que une ambos edificios.
La planta superior cuenta con una amplia cafetería en el área de espera previa al embarque y en la planta baja se encuentran la zona comercial y las oficinas de las compañías aéreas.
También se ha puesto en marcha de un edificio para la Aviación General. La nueva construcción dispone de todos los servicios necesarios para empresas y pasajeros de vuelos privados, cargueros y aerotaxis.
Estas últimas actuaciones en las infraestructuras del Aeropuerto de Palma han permitido que Son Sant Joan se adentre en el nuevo siglo XXI siendo uno de los aeropuertos más modernos del mundo y con una capacidad demostrada para atender a más de 20 millones de pasajeros.