En octubre de 1932, un grupo de aficionados a la aeronáutica decide constituir en Santiago de Compostela un aeroclub. El 28 de diciembre se nombra la primera junta directiva que dos años más tarde selecciona los terrenos para la instalación de un aeródromo en la zona denominada Crucero Bonito, en el municipio de Lavacolla.
Las primeras obras, a principios de 1935, suponen la explanación y compactación de tres zonas de aterrizaje, formando un triángulo de pistas de dimensiones 1100 por 200 metros, 950 por 150 metros y 600 por 125 metros.
A pesar del carácter militar que adquiere el aeródromo de Lavacolla al iniciarse la guerra civil, en febrero de 1937 se crea el Patronato del Aeropuerto, que asume el compromiso de fomentar el establecimiento de una línea aérea en la ciudad. Los servicios comerciales regulares se inician el 27 de septiembre de 1937, con la línea aérea Santiago-Salamanca-Valladolid-Zaragoza.
Entre 1940 y 1942 se llevan a cabo las obras de “Explanación de la pista norte-sur y zona central en el aeródromo de Lavacolla” que son realizadas por Batallones de Soldados Trabajadores (nº28, 29 y 31) y por vecinos de Santiago que, desde principios del proyecto del Aeródromo Compostela, trabajaron de manera forzosa en las obras del campo de vuelos.1
La apertura provisional al tráfico civil nacional e internacional y de escalas técnicas de tráfico comercial se produce el 30 de junio de 1947. Un sencillo barracón de madera sirve a los viajeros de protección contra las inclemencias del tiempo.
En el verano de 1948, se inician las obras de asfaltado de la pista norte-sur. La pista de rodadura y el estacionamiento se construyen entre 1953 y 1954, al tiempo que se levanta un centro de emisores y se instala un radiofaro omnidireccional para la mejora de las ayudas a la navegación.
En 1958, se pone en servicio el balizamiento del aeropuerto y se instala un localizador portátil de ILS en la cabecera 35 y una radiobaliza en la 17. La central eléctrica se construye en la primavera de ese año. En 1961 se instala un equipo VOR.
En el trienio 1964-1967, se realiza la ampliación de la pista 36/18, se instala un ILS, se construye el parque contra incendios, se mejora y amplía la calle de rodadura y el estacionamiento y se construye una nueva torre de control y un nuevo edificio terminal de pasajeros.
En 1981, se construye un terminal de carga, ampliada dos años después. En 1982 se establece el servicio de aduanas para el despacho de viajeros y equipajes, que más tarde se amplía a las mercancías de exportación e importación.
El terminal de pasajeros, construido en 1969, se amplió en varias ocasiones. En 1993, se le dotó asimismo de un ILS Cat II/III con el que se permite operar a los aviones en condiciones de baja visibilidad y reducir así significativamente los desvíos y cancelaciones producidos por condiciones meteorológicas adversas (niebla y nubes bajas). Dispone el aeropuerto de una pista de vuelos y de una plataforma de aeronaves dotada de una zona específica para aviación general.
En octubre de 2011, el Ministerio de Fomento, a través de Aena, puso en servicio una nueva infraestructura que multiplica la capacidad, la operatividad y mejora la calidad de los servicios del aeropuerto. La nueva terminal, el nuevo aparcamiento, los nuevos viales y accesos, junto a la ampliacíón de la plataforma de estacionamiento de aeronaves, la nueva central eléctrica y la nueva torre de control permiten atender a 4 millones de pasajeros con las máximas garantías de seguridad, calidad y servicio.
El 2 de abril de 2020 el BOE publica el cambio de nombre del aeropuerto, que pasa a denominarse Santiago-Rosalía de Castro, para poner de manifiesto la relevancia de la escritora más representativa de la lengua gallega, con motivo del 180 aniversario de su nacimiento, y reivindicar así su memoria, su contribución a la literatura europea y su lucha por la recuperación y forja de la identidad de Galicia.
1Rodríguez Arias, X., (2017), 100 Anos de aviación en Compostela, Santiago, España. Andavira Editora e Consorcio de Santiago.