Para los melillenses, el aeropuerto es mucho más que una infraestructura de transporte, es el vínculo de unión con la Península, y su historia ha estado ligada durante años a la solución de múltiples problemas cotidianos de los habitantes de esta ciudad autónoma: la sanidad, la enseñanza, la gestión empresarial, etc.

Afortunadamente hoy en día la sociedad de Melilla está en pleno desarrollo y es autosuficiente, y su aeropuerto ha pasado a ocupar un lugar estratégico en sus relaciones comerciales, turísticas y sociales.

Conocer los episodios y los avatares ocurridos desde las primeras ascensiones aerostáticas en el hipódromo de Melilla, pasando por la apertura del primer aeródromo de Zeluán, en 1914; la construcción posterior del Aeródromo de Tauima, allá por 1921; o las operaciones de la compañía Ala Littoria en la base aeronaval de El Atalayón, hasta la apertura del nuevo aeropuerto, el 31 de julio de 1969, y su desarrollo actual son algunos de los hitos que nos brinda este libro, plagado de imágenes, anécdotas y que muestra sobre todo el esfuerzo y la constancia de muchos trabajadores y autoridades que lo hicieron posible.